El doctor ha dicho la
verdad. Los días están contados. ¿Por qué yo y por qué ahora? Un hombre
deja atrás a su mujer y a sus hijos, a sus padres, a sus amigos, a sus
vecinos y a su antigua amante, a todos aquellos que formaron parte de su
vida. Cada día es un pequeño adiós. Las palabras son cada vez menos
comunes, el silencio se prolonga cada vez más. Ante la ventana, el año
cambia de color. Morir, un último trabajo. Quedarse solo pero sin estar
solo está bien, quizás.
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